El Gobernador Perry estuvo ayer en Corona del Mar, que no es un hotel de Benidorm sino un barrio de casitas de clase media blanca caucásica de Newport Beach, como aquellos que salían en la serie California. Forma parte del condado de Orange, bastión electoral del reaganismo, cuna del movimiento conservador de los años 50 y 60 con una población integrada en su mayoría por inmigrantes de los estados del Medio Oeste que querían menos impuestos y menos gobierno.
La presencia de Perry en California se debe a la recaudación de fondos (entre ayer y hoy va a tomar parte en seis recaudaciones), pero está aprovechando para mantener el contacto con los votantes en puntos estratégicos.
Continúa: Parte 2
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